
Quinta Singularidad, E Pluribus Unum.
A.D. 1783, Guerra Mítica en Norte América
Tardamos más tiempo del que querría en dejar la Matanza de Montgomery. Únicamente esperaba que Mashu y ❙❙❙❙❙❙❙❙ sobreviviesen. A estas alturas del viaje, tantas singularidades resultas, que acabasen muertas nos destrozaría a todos, a nivel logístico y emocional, a fin de cuentas, mi compañero de viaje y Master de Chaldea, es su ❙❙❙❙❙.
Y con lo fácil de inquietar que es, eso le destrozaría. Estuve hablando largo y tendido de ello con Rama, antes de que tuviésemos un pequeño encuentro con la reina Medb en Virginia. A ratos me alivia que Florence no sea mi Servant, se la veía terriblemente agresiva, analizando todos los movimientos de la reina, la cual trató de lanzarnos algunos monstruos que ni recuerdo cuales serían ya que tampoco me preocupaba. Con la fuerza de Florence y Ruler, estamos que bien defendidos.
“¡Así pues, os estaré esperando en la Casa Blanca! ¡Haced lo que queráis, pero ni yo o mi amado rey, Cú Chulainn, tememos a nadie! ¡Yo…! ¿¡Acorralada!? ¡Jamás! Haced lo que queráis. ¡Estoy segura de que tus amiguitos estarán esperando de ver qué acabáis causándoles!”
“En ese delicado pero maquiavélico rostro, ¿Qué viste, Master?
Yo vi la perversión de una bestia preparándose para matar. Ni sonreía por sentirse tranquila, ya que no lo estaba. No intentó ridiculizarnos, ya que seguramente, vio que tu persistencia es algo que no sabría destruir. Por eso nos invita a la Casa Blanca tranquilamente, está preparada y espera hacernos sufrir. Fue la sonrisa de un monstruo infinitamente sádico. Esa sonrisa es la que pondría ese patógeno cuando… Cuando sabe que no dejar piedra sobre piedra, con tal de hacernos daño.”
El psicoanálisis de Florence me heló la sangre en ese momento. Si hubiera llegado a traernos la cabeza de Frank sobre Arondight, yo…
Yo no sé qué hubiera hecho con eso. Él es el único que considero un buen amigo en Chaldea, fuera de mis Servants, por no decir, alguien en quien confío. Pero está esto, Rama añadió que posiblemente, se sintiese acorralada. Y lo está, a fin de acabo, estábamos Florence, Rama, Ruler, Archer, Saber y yo. Viendo cómo se retiraron y que podríamos usar ese poblado como una base temporal, decidimos pasar la noche ahí, aunque, apenas dormí esa noche, pensando que podrían haber matado a los rehenes. Claro que cuando desperté, parte de mis preocupaciones se desvanecieron.
Oí su voz.
Corriendo, salí del saco de dormir, para verle en las calles de ese devastado pueblo. Frank junto a Lancelot, terriblemente heridos. Ojeras, ropa despedazada, pero, vivos. Corrió a mis brazos y yo a los suyos, en lo que por el comunicador, oía a Da Vinci lloriquear de emoción…
Nos tomamos un momento de calma ahí. Lo que me importaba era que mi amigo seguía vivo y que podría seguir luchando. Había empleado dos de sus Command Spells para que Lancelot no desfalleciese, al coste de su propia vitalidad. Luego, todo el viaje hasta Virginia… Florence se encargó de prepararnos el desayuno a los dos, en lo que Lancelot, junto a Da Vinci y Rama, debatían la mejor estrategia, pero aún con todo, la preocupación de Florence no disminuía. Al contrario, la notaba más y más tensa con el regreso de Frank, no con él. Entonces, caímos en ello, la amenaza…
¿Debía haberla considerado una amenaza?
No, ese comentario que hizo no iba por nosotros, pero, por el equipo que se dirigía a Ohio y que escaparon de Montgomery. Con ese pensamiento, Frank insistió de partir, pero entonces, conoció lo que yo tuve que sufrir en todo este camino.
La ira de Florence que tardó poco en rehabilitar la “bolsa Rama” en una “bolsa Frank”.
Con él empaquetado y un Lancelot más firme, partimos a la Casa Blanca, con esperanzas de llegar a tiempo de detener a la reina. Según Roman, si el frente de Edison caía, lo haría también la era entera, el Noble Phantasm de Solomon se detonaría, arderíamos y no podríamos restaurar nosotros o nadie la era. Pero esa presión no nos echó atrás en ningún momento. Llegamos a las afueras de la Casa Blanca, entre bromas de Trump (Me sigo preguntando qué administración es más nefasta, si la de Trump o la de Medb) que lograron cortar la tensión, llegamos al “Despacho Oval”.
Gracias al Noble Phantasm de Florence, las defensas de Ruler y todo el soporte de Rama, Saber y Lancelot pudieron lesionar de gravedad a la reina, quien etérea cual lirio pero tan venenosa como la belladona, alzó ese cáliz maldito, ahí entendimos de qué hablaba en Virginia. No solo hablaba de Frank y Lancelot, ¡Era en efecto, la línea de guerra en Ohio! Al oeste, vimos como todo se tornaba oscuro, tormentas, rayos, fuego, manchas negras alzándose entre la tormenta…
No quería pensar qué pasaría si ellos fracasaban, pero, tenía que centrarme en Washington la escena era casi trágica, quien parecía dar todo su ser por ese rey que ni se percataba o daba la más mínima importancia, no se daba cuenta de esa indiferencia. En todo el transcurso de esta aventura, no vi ni una palabra afectuosa. Todo era amor de Medb a él, pero, ahora que esta parecía haber muerto, la situación había cambiado por completo. Cú Chulainn empezó a fortalecerse.
Para cuando me di cuenta de la situación, no sabía si quería destripar con la horterada de esa boa de plumas que llevaba puesta o con esa lanza. Luchamos contra esa bestia una y otra vez en lo que Florence trataba de sanarnos a todos con su Noble Phantasm, potenciado por tanto mi energía como la de Frank. Pese ser un Master mediocre, no se desenvuelve mal, pero ya sabía esto de Roma y Londres, pero, la situación aquí es distinta, esa cosa es un Berserker, uno manchado por el grial, como lo son los Avenger y Saber Alter, pero no es lo mismo.
Pero, claro, nada es infinito. Fue la unión del armamento de Archer, Brahmastra, Arondight y ❙❙❙❙❙❙❙ lo que darían el golpe de gracia a Cú Chulainn.
Ruler, Masters, caballería y enfermera, gritaríamos de emoción, en lo que con lo que empezó con una suave risa se tornaría en una carcajada proveniente del Berserker quien tomó el grial y...
【¡Con la de veces que el rubito y su chucho se han metido en mi camino, me niego a dejaros vivir a ninguno de vosotros! ¡Despedazaré vuestras entrañas, extinguiré el fuego de vuestra vida con la sangre que derramaréis, aplastaré vuestros huesos! ¡Aquellos que deseáis la paz sois innecesarios! ¡Nada ni ninguno de vuestros esfuerzos está logrando nada!
Aquí termina el papel del rey loco. Buena suerte, mocosos.】
Con esas palabras y grial en mano, sus brazos empezaron a encogerse, sus piernas empezaban a arraigarse al suelo, su tez oscura a volverse blanquecina en lo que cristales emergían de su cuerpo. La ropa quedó reducida a harapos cuanto más y más crecía ese monstruo en lo que infinitos ojos emergían de esa textura nacarada en la que se convirtió su piel.
【¡Manifiéstate… Y recuerda que eres uno con los 72 dioses demoníacos!】
“¡Me niego! ¡Juro solemnemente ante dios y en presencia de esta tierra llevar una vida digna y ejercer mi profesión honradamente!
¡Me abstendré de todo cuanto sea nocivo o dañino, no tomaré o suministraré producto alguno que sea perjudicial para la salud! ¡Este es el juramento de Florence Nightingale!
Seré una fiel asistente a mi nuevo Master, ❙❙❙❙❙❙ ❙❙❙ ❙❙❙❙❙❙❙❙❙❙ y dedicaré mi invocación al bienestar de todos aquellos a mi cuidado!
¡Master, es el momento de salvar vidas!”
❝¿¡Florence, acabas de…!?❞
“Mantenga la calma. Le prometo que salvaremos todas las vidas que tengamos a nuestro cuidado, aunque todas las vidas deban ser sesgadas.”
Y entonces, vi a esa testaruda mujer sonreírme. Fue una sonrisa serena, no como las palabras que recitaría. En ese rostro no veía a aquella mujer que ordenaba un suicidio a un perro rabioso, solo veía a una amiga que se pondría entre el fuego y yo…
“¡Y lo haría una y otra vez, las que hagan falta! Aplastaremos a los impúdicos para atravesar las llanuras de desesperación. Por esa causa, te ofrezco mi todo, Master.”
En ese momento, me di cuenta de que Florence y yo habíamos llegado a confiar en el otro sin cuestionar al otro. Cómo en efecto, era una amiga mía, unida en el deseo de salvar todas las vidas a nuestro alcance.
【¡Número 38, demonio de la guerra, Halphas! ¡Que la guerra intoxique este mundo eternamente, que las armas nunca sean purgadas de esta estancada civilización!】
En ese momento, en ese cruce de palabras, tomé la mano de Nightingale en lo que los tres Saber y Archer cargaban sus Noble Phantasm, esta iba a ser una declaración de guerra.
❝¡Cuando las vidas que salven nuestras manos sean más que las perdidas, podré decir que he creado un mundo mejor! ¡Como hombre que quiere vivir en ese mundo mejor, es mi deber hacerlo!❞
“¡Como su Servant, ejecutar ese comando es mi orden! ¡Desaparece de este mundo, dios demoníaco, estáis irremediablemente enfermo, ejecutando eutanasia!”
【Mi regalo a la humanidad es el conflicto. ¡Aquellos que únicamente desean paz en su alma sois innecesarios!】
Esas fueron sus últimas palabras. Respaldados por el Noble Phantasm de Ruler y el efecto del Juramento de Nightingale, el monstruo cayó ante la combinación de todos esos Noble Phantasm. Recuperamos el grial, permitiendo que la singularidad empezase a desintegrarse. Nightingale me abrazó, llamándome “comandante”. Extraño, porque hasta Ruler se unió al abrazo.
Los tres Saber parecían llevarse bien, orgullosos de lo hecho hoy, capaces de enterrar sus diferencias. Para mi sorpresa, Frank y Rama formaron un contrato aquí también. ¡Sin necesidad de gastar material, hemos hecho compañeros nuevos! Con esos pensamientos, regresé a Chaldea. Al parecer, ❙❙❙❙❙❙❙❙ y Mashu tuvieron que regresar antes, se ve que Mashu perdió el conocimiento tras separarme de ella.
Así pues, volvimos, listos para poder, finalmente, descansar. Ha sido un viaje largo, pero cada vez, veo más y más claro que estamos lográndolo.